Certificaciones de sustentabilidad, una oportunidad para la Tilapia?

Certificaciones de sustentabilidad, una oportunidad para la Tilapia?

La conciencia del consumidor sobre los posibles impactos ambientales de la producción de productos del mar ha crecido en las últimas dos décadas, particularmente en Europa y América del Norte. Con el 33,1% de las poblaciones mundiales explotadas a niveles alarmantes, el pescado de cultivo generalmente se considera una alternativa sostenible al producto proveniente de las capturas en el medio natural. No obstante, la acuicultura ha demostrado tener efectos secundarios sobre los ecosistemas acuáticos cuando no se lleva a cabo de manera responsable. Como resultado, una gran cantidad de iniciativas han prosperado para promover prácticas acuícolas sostenibles y para ayudar a los consumidores a hacer una elección sostenible mientras compran en el mercado.

Algunas de estas iniciativas han desarrollado programas de certificación basados en estándares para prácticas de acuicultura responsables, que recompensan a aquellas empresas que cumplen con todos los requisitos ambientales y sociales a través de una etiqueta ecológica que certifica el origen sostenible de un producto del mar. El cultivo de tilapia ha recibido mucha atención de los estándares de la acuicultura. De hecho, la tilapia es una especie rústica con rápido crecimiento y bajo nivel trófico. La alimentación generalmente se basa en cereales, con solo una cantidad muy baja de harina de pescado, lo que hace que la industria de la tilapia sea menos dependiente de la pesca de captura que muchas otras actividades acuícolas. En muchos países del mundo, la acuicultura de tilapia está formada por muchas pequeñas granjas familiares, con un impacto en el consumo de recursos naturales y en el medio ambiente limitados.

Hoy en día, el 8% de la producción acuícola certificada mundial está representada por especies de tilapia. Los principales estándares internacionales de sustentabilidad para la industria de la tilapia son aquellos del Consejo de Administración de la Acuicultura (ASC) y las Mejores Prácticas de Acuicultura (BAP) de la Alianza Global de la Acuicultura, que abarcan tanto granjas como plantas de proceso. De hecho, más del 20% de la producción certificada total, por volumen, está representada por especies de tilapia. El propósito final de estas normas voluntarias es alentar a los productores de productos del mar a minimizar los impactos ambientales y sociales clave de la acuicultura mediante incentivos de mercado. Los beneficios económicos para los productores certificados incluyen precios de venta más altos y acceso más fácil a los mercados internacionales. Además, es probable que el perfil de una granja mejore a través de la certificación, lo que podría llevar a una posición de negociación más sólida con los compradores.

Si la certificación de sustentabilidad podría representar una oportunidad para la industria de la tilapia, sigue siendo un tema controvertido. La industria ciertamente puede beneficiarse de la promoción de la tilapia como fuente sostenible de proteína de pescado, particularmente en aquellos mercados donde su consumo aún no ha ganado popularidad, como Europa. Además, la certificación de sustentabilidad se está convirtiendo cada vez más en un requisito de acceso al mercado en Europa y América del Norte, principalmente debido a los compromisos de los minoristas y los fabricantes con el abastecimiento responsable. Por lo tanto, la certificación representa una oportunidad importante para que la industria de la tilapia cumpla con la demanda minorista a nivel internacional. Pero, por otro lado, el proceso de certificación es costoso y puede representar un beneficio solo para grandes empresas con la capacidad financiera suficiente como para costearlo. Con una gran parte de la industria de la tilapia formada por pequeñas granjas familiares, particularmente en Asia, la certificación puede convertirse en un medio de exclusión del comercio internacional para estas empresas. Además, faltan actualmente evidencias de primas importantes basadas en estas certificaciones pagadas a los productores. De hecho, donde se registran las primas, parecen traer los mayores beneficios para los minoristas y otros participantes en la cadena de suministro, con poco impacto en los precios al productor en sí.

Si bien no está claro si las certificaciones de sustentabilidad pueden aportar beneficios económicos significativos a todos los actores en las cadenas de suministro de tilapia, es probable que el crecimiento de la demanda de productos pesqueros sostenibles continúe en el futuro cercano, lo que brinda una oportunidad para que la tilapia acceda a los mercados globales.

 
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